Un espectáculo increíble: el lago Epecuén bañó sus costas con sal

En la mañana de hoy, las playas en Carhué muestran los cristales de sal que no sólo cubren el suelo, sino también se adhieren a los elementos de las ruinas de lo que fuera la Villa Epecuén.

El espectáculo, conocido para muchos, asombra a quienes nunca lo vieron y vivencian por primera vez lo que parece nieve o hielo. A cada hora del día, la sal cuenta con diferentes tonalidades, aunque sin dudas el atardecer es el momento en que el evento se transforma en una obra de arte technicolor, imprevisible y perecedera.

Volvió la nieve salada

 

El fenómeno regresó en 2012, y no se producía desde la década de 1980, luego de las inundaciones.

En ese momento había dejado de ocurrir porque el cuerpo de agua era muy extenso e ingresaba un gran volumen de agua dulce en él, que no permitía el proceso de enfriamiento y la cristalización de la sal.